Canberra, 13 ene (Prensa Latina) Los incendios que azotan Australia desde el pasado mes de septiembre han arrasado ya con más de 10 millones de hectáreas, 28 personas fallecieron y se cuantifican en mil millones los animales muertos, publican hoy medios de prensa digitales.
Al tiempo que continúan las evacuaciones en el sudeste del país, los bomberos lanzan tubérculos desde helicópteros para alimentar a los animales salvajes sobrevivientes y el primer ministro australiano, Scott Morrison, admite que se han cometido errores en la gestión de esos siniestros forestales.
Solo en Nueva Gales del Sur más de mil 800 casas fueron incineradas en cinco millones de hectáreas y según el secretario de Medio Ambiente de esa región, Matt Kean, las valoraciones iniciales indican que el hábitat de varias poblaciones importantes de ualabíes fue arrasado.
«Los ualabíes suelen sobrevivir a los fuegos, pero se quedan abandonados y con poco alimento natural, ya que el fuego destruye la vegetación en su rocoso hábitat», explicó Kean.
Christopher Dickman, profesor en Ecología Terrestre en la Universidad de Sidney y expresidente de la Real Sociedad Zoológica de Nueva Gales del Sur, dijo a la prensa que no hay nada comparable con la devastación provocada por los incontrolables incendios que pueden acelerar la extinción de nuevas especies de mamíferos, pájaros y reptiles.
Mientras, otros especialistas cifran en mil 250 millones los animales afectados, incluyendo muertos, heridos y aquellos que no van a poder sobrevivir por la pérdida de sus hábitats.
Entre las especies más afectadas los especialistas destacan a la rana Corroboree, la zarigüeya pigmea de montaña, la cacatúa lustrosa y el quol tigre.
Expertos aseguran que en total los fuegos australianos han perjudicado el doble de terreno que los incendios de 2018 en California y los de 2019 en la Amazonía sudamericana, sumados, y que cerca de ocho mil koalas han muerto.
Y en ayuda a la fauna salvaje dañada la ministra australiana de Medio Ambiente, Sussan Ley, comunicó hoy que el Gobierno aportará 50 millones de dólares australianos (31 millones de euros).
Ese dinero se utilizará principalmente para el cuidado de los animales heridos, la protección de las especies amenazadas, el control de depredadores y parásitos que amenazan las especies más vulnerables tras los incendios y la protección de las zonas que no se han quemado.
En Australia el 80 por ciento de la fauna es endémica, como el koala, el oposum pigmeo de montaña o el petauro gigante, por lo que las consecuencias de su pérdida son dramáticas a escala global.
Pero no solo la vida salvaje ha sido afectada. La industria ganadera, que proporciona a la economía nacional más de 11 mil millones de euros, ha sufrido la pérdida de 100 mil cabezas de ganado por culpa de los incendios, según datos de la Federación Nacional de Agricultores.
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